Si bien hasta el momento no hubo una explicación oficial de por qué el mandatario argentino no estuvo en la foto, el hecho provocó malestar en Brasil, donde entienden que se trató de un desplante a Lula da Silva.
El líder argentino y el presidente brasileño mantienen importantes diferencias ideológicas que provocan un fuerte distanciamiento entre ambos, el cual quedó aún más en evidencia durante el G20.
En el primer día de la cumbre, el presidente anfitrión recibió a cada uno de los jefes de Estado que participan en la reunión con un saludo afectuoso que incluyó una foto distendida y sonriente con todos. Pero hubo una excepción: el único invitado con el que Lula no se retrató tomado de la mano fue Javier Milei, el presidente de Argentina.
La distancia ideológica y personal entre ambos quedó plasmada en esos 20 segundos que duró la caminata del argentino, junto a Karina Milei, la secretaria General de la Presidencia, por la alfombra roja de la entrada al Museo de Arte Nacional, sede de la cumbre del G20. Al llegar al encuentro, Lula le extendió la mano con frialdad, lo miró fijamente con el ceño fruncido, y evitó el contacto físico.
Hasta ese momento, el jefe del Planalto había intercambiado abrazos, sonrisas y apretones de mano con el resto de los presidentes. Con el jefe de Estado argentino, sin embargo, aplicó gestos adustos, se atuvo a una foto de protocolo, y rápidamente le indicó el camino hacia el salón del evento.
Milei fue el último miembro del G20 que recibió Lula. Antes había llegado Joe Biden, que se está despidiendo del poder global.
class="headline-wrapper" style="box-sizing: border-box; color: #3b3b3b; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 22px;">El conflicto político y personal entre Milei y Lula inició durante la campaña electoral de 2023. Da Silva apoyó a Sergio Massa, y Jair Bolsonaro a Milei. Y a continuación se extendió cuando el presidente electo no invitó a su asunción a Lula, que representa al socio más importante de la Argentina en el Mercosur. En cambio, Milei recibió con una sonrisa a Bolsonaro en la explanada del Congreso.
A partir de ese momento, la disputa entre Milei y Lula se extendió a los medios de comunicación y a toda la política exterior entre ambos países. Ambos mandatarios se cuestionaban mutuamente, pese a que el comercio entre Argentina y Brasil crecía todos los meses.
Las diferencias hicieron que exista cierta incertidumbre sobre la presencia de Milei a la cumbre de líderes en Río de Janeiro. Sin embargo, el mandatario argentino finalmente confirmó que, a pesar de los cruces, participaría de la reunión en Brasil.