La modificación en el esquema de recargos no solo tiene implicancias para quienes viajan al exterior. También afecta a sectores vinculados al comercio internacional y la importación, ya que las operaciones en dólares seguirán sujetas a los impuestos establecidos. Sin embargo, la expectativa de una disminución en los costos por la eliminación parcial del Impuesto PAIS genera incertidumbre en el mercado.
El cálculo del dólar turista o tarjeta en enero de 2025 revela que, aunque este sea más económico que en diciembre, todavía no igualará el nivel competitivo del dólar MEP. Esta diferencia podría consolidarse como un desafío para las autoridades económicas, en particular porque el uso del dólar tarjeta depende no solo de las tarifas oficiales, sino también de los costos adicionales impuestos por las tarjetas y la disponibilidad de divisas en el mercado oficial.
Por otro lado, el impacto en las reservas del Banco Central podría aumentar en enero, dado el tradicional incremento en los consumos en moneda extranjera durante la temporada alta de turismo. La eliminación parcial del recargo plantea un escenario de mayor demanda de dólares, algo que el Gobierno deberá gestionar en medio de las estrategias para estabilizar el mercado cambiario.
El contexto económico general, incluido el crawling peg del dólar mayorista, la inflación y las decisiones de política monetaria, también incidirá en el comportamiento del dólar turista. A medida que el mercado ajusta sus expectativas para fin de año, los valores del dólar minorista y el dólar turista siguen siendo puntos clave de análisis para consumidores y autoridades económicas.
class="headline-wrapper" style="box-sizing: border-box; color: #3b3b3b; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 22px;">El fin del Impuesto PAIS no está exento de discusiones dentro del gabinete económico del Gobierno. Tal como consignó Infobae, la posición oficial se debate entre la posibilidad de dejar que caiga el recargo de 30 puntos o de reemplazarlo por algún otro castigo a los pagos en moneda extranjera con dólar oficial.
Pese al veranito financiero y a la baja de las cotizaciones financieras del dólar, hay sectores del Gobierno que se inclinan por subir las percepciones a cuenta de Ganancias y Bienes Personales para mantener una amplia brecha entre el dólar tarjeta y el dólar MEP. La idea así es mantener el incentivo para que los consumidores compren dólares financieros y los utilicen para cancelar sus gastos en moneda extranjera en forma más económica, sin usar reservas del Banco Central.
Con un dólar MEP debajo de los $1.100 y un dólar turista, sin Impuesto PAIS, cercano a los $1.400 la brecha entre las dos cotizaciones sigue pareciendo suficiente en la opinión de algunos otros funcionarios.
Como sea, el Gobierno va a vigilar de cerca los flujos de dólares. La lógica es “no rifar las reservas” del Banco Central. En este sentido, al menos hasta ahora, los debates dentro del Gobierno parecen inclinarse por no modificar nada y dejar que el dólar turista se abarate y, si con ello se dispara la salida de divisas a través de pagos con tarjeta o consumos en el exterior, analizar medidas para desincentivarlo.