Las primeras toneladas cosechadas de trigo en el norte del país están palpitando el comienzo formal de la nueva campaña comercial del cereal, con buenas noticias.
De acuerdo con un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el ritmo de ingreso de camiones a los puertos ubicados a la vera del Río Paraná marca un flujo que no se observaba desde hace siete años.
class="inreadBox" style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 20px 0px 0px; font-family: Arial, sans-serif; position: relative; clear: both; font-size: 16px;"> class="banner" style="box-sizing: border-box; margin: 0px auto 20px; padding: 0px; text-align: center;">Hasta ahora, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, se ha cosechado más del 50% del trigo sembrado en el norte del país, lo que implica alrededor del 11% del volumen nacional.
Ya finalizó la recolección en Salta, Jujuy y Corrientes, mientras que supera la mitad de la superficie objetivo en Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Catamarca y Tucumán.
En este marco, aunque falten algunas semanas para el inicio fuerte de la cosecha, las toneladas que vienen desde la región más septentrional del país se hacen ver sobre el flujo de camiones y el volumen operado en el mercado disponible.
“En este sentido, durante los últimos días de octubre y los tres primeros de noviembre, habrían entrado a los puertos del Gran Rosario 2.986 camiones cargados con trigo, la cifra más alta para la semana en siete años”, subraya la BCR en su informativo semanal.
De esta manera, se rompe el ritmo de ingreso promedio del último mes de 450 camiones semanales; que ya se transformó en el ritmo diario de ingresos.
En tanto, otro dato positivo es que, por el lado de la operatoria, entre contratos y fijaciones, se anotaron más de 310.000 toneladas de trigo durante la semana pasada, el mejor ritmo de operatoria desde mayo, según lo relevado por el monitor SIO-Granos.
Este valor casi que triplica el volumen promedio operado desde junio hasta ahora.
Sin embargo, también hay otros datos que no son tan positivos en relación a la situación comercial del cereal.
Por ejemplo, que a menos de un mes para que comience oficialmente la nueva campaña, y ya con varias hectáreas cosechadas, el sector exportador no ha declarado compromisos o ventas al exterior siquiera por un cuarto de las compras en cartera para el nuevo ciclo.
“Sacando la campaña pasada, estas cantidades son las más bajas en nueve años”, precisó la BCR.
En concreto, las compras del sector exportador al 30 de octubre ascienden a 3,4 millones de toneladas de trigo 2024/25 lo que representa el 18% de la producción proyectada, cuando el promedio para esta altura está 20 puntos porcentuales por encima.
En términos más gráficos, para llegar a un nivel “normal” de cobertura para la nueva campaña, la exportación debería haber comprado 6,9 millones de toneladas más.
“Sin embargo, para la campaña nueva solo se han declarado ventas externas por 720.000 toneladas de trigo, de las cuales únicamente 90.000 podrían comenzar a embarcarse desde principios de diciembre; por lo que tan solo el 21% de las compras del sector estarían calzadas con ventas externas de trigo”, agrega el reporte.
Pero por otro lado, la comercialización de trigo en contratos de futuro está en valores récord, según la BCR.
“Varios han sido los factores que a lo largo de todo el año han incentivado a diferir la comercialización de trigo, tanto por el lado de la demanda como por el de la oferta. Entre ellos, las expectativas en torno a las regulaciones arancelarias y cambiaras; aunque también la dinámica del mercado y la falta de competitividad en precio a nivel internacional (esto último ha cambiado radicalmente) han limitado la intensidad de la demanda externa, condicionando los compromisos de la nueva mercadería”, explica la Bolsa.
En consecuencia, el forward, como instrumento de cobertura ha perdido fuertemente su participación en comparación con años anteriores, siendo que solo el 10% del trigo comprometido se ha hecho con precio fijo.
Sin embargo, en el mercado a término se han canalizado muchas de esas toneladas que no se cubrían en el físico, viniendo a complementar las herramientas comerciales/financieras para escapar del riesgo precio sobre la nueva cosecha.
“Así, al 6/11 el interés abierto en el mercado de futuros agro de MatbaRofex sobre contratos de trigo a cosecha es el más alto de la historia reciente”, subraya la BCR.
Pero volviendo al terreno de las noticias no tan buenas, así como es el mayor flujo de camiones desde 2016, también el trigo tiene su menor precio disponible en la misma cantidad de años.
“Ya entrando en presión de cosecha, el empalme con la nueva campaña va mostrando un precio pizarra cada vez más deprimido, sin un mercado internacional que aporte positivamente sobre las cotizaciones”, interpreta la Bolsa.
Como parámetro, la pizarra por trigo ajusta en $ 195.000 la tonelada, 10% por debajo del nivel de hace dos semanas. Inclusive, hoy la pizarra en pesos ajustados por inflación corre 40% por detrás que a esta altura el año pasado.
“Mirando en retrospectiva, el precio que se negocia por trigo, en pesos actualizado por la inflación, es el más bajo en siete años para comienzos de noviembre”, compara el informe.
Aquí lo que ocurre es que financieramente hay un punto a favor. La Bolsa detalla que aunque resulte paradójico y fruto de las incontables distorsiones monetarias de los últimos tiempos, de valuar la pizarra de trigo al tipo de cambio financiero CCL, se estaría negociando en U$S 165 la tonelada.
“A modo de comparación, durante marzo del 2022, cuando la guerra entre Rusia y Ucrania había estallado y el precio del trigo a nivel internacional había explotado hacia máximos de una década (medido en dólares constantes), el precio de la pizarra Rosario al tipo de cambio contado con liquidación promediaba U$S 175, solo U$S 10/t más de la valuación actual”, repasa la BCR.