Las lluvias ocurridas en los últimos días han sido un verdadero bálsamo para la producción agropecuaria argentina, que ya miraba con temor lo que podía llegar a ocurrir si continuaba el déficit hídrico sucedido a lo largo del invierno y comienzos de la primavera.
Sin embargo, esa sequía que afectó temporariamente al país no fue gratis: una de sus consecuencias es que potenció la caída en el área sembrada de maíz 2024/25.
Cabe recordar que los pronósticos para el cereal ya vienen siendo malos hace tiempo, como consecuencia fundamentalmente del miedo que genera la posible proliferación de chicharrita del maíz, la plaga que provocó estragos en el último ciclo.
Ahora, el problema, al menos en la zona núcleo, es que las precipitaciones han llegado tarde para lo que son las fechas de siembra tempranas, que ya cerraron su ventana, mientras que las tardías son precisamente las que se están evitando para eludir la posible presencia de estos insectos.
En promedio, en la principal región productiva de Argentina cayeron unos 76 milímetros y esa cifra supera las medias de octubre.
A priori, debería ser una foto positiva que impulse el ánimo de los productores, pero –como se mencionó–la ventana de siembra del maíz se cerró y, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), quedó sin sembrar alrededor de un 30% del área inicialmente intencionada.
Así, si no se realizan siembras significativas del tardío, habría la mitad del área maicera en la región núcleo en relación al año pasado.
Pero añadió: “Este año, la historia es distinta: son muy pocos los productores que ante la necesidad, se plantean sembrar maíz tardío. De esta forma, la siembra del ciclo 2024/25 cerraría con solo 930.000 hectáreas de maíz temprano. Respecto al año pasado, habría un 52 % menos de maíz en la región núcleo y la superficie maicera 2024/25 sería la tercera más baja de las últimas 10 campañas”.
El temor de los productores a fallar con el maíz, en un contexto en el que además los precios no son demasiado tentadores y la inversión necesaria para sembrar el cereal es grande, también se observa en otras zonas, como el NOA.
De acuerdo con reportes de la Bolsa de Cereales de Córdoba, en Tucumán el área maicera caerá 50%; y en Santiago del Estero, 42%. Ambas provincias fueron las que más sufrieron por la chicharrita en la última campaña.
No obstante, el retroceso del maíz tiene como correlato un incremento notorio en lo que corresponde a la soja.
De acuerdo con la entidad rosarina, la próxima semana comenzará el gran despliegue de sembradoras en la región núcleo.
“Este año, se incorporan 980.000 ha más, en buena parte por las hectáreas que se descartaron de la siembra de maíz, tanto por temor a chicharrita y/o la poca humedad disponible a la siembra. Se estima una superficie de siembra de 5,5 millones de hectáreas en la región núcleo, 20% más que la campaña anterior”, puntualizaron desde la BCR.
En este marco, el informe menciona que, en el campo, productores y asesores están muy atentos a las condiciones de siembra, por la calidad de la simiente que no es la mejor.
“En Carlos Pellegrini van a esperar unos días más a que aumente la temperatura del suelo y asegurar la germinación. Esperan que se siembre un 25% más que el año pasado. En El Trébol y María Susana se estiman aumentos de área que van incluso del 30 al 40% por el maíz que se dejó sin hacer. En Bigand estiman entre 30 a 35% más. En Pergamino y Piedritas, ya empezó la siembra esta semana y el aumento de área sería del 10%, al igual que en Marcos Juárez”, citó la GEA.