¿Qué sería del maíz argentino si, aproximadamente hace unos 20 años, investigadores, semilleros y productores no hubieran trabajado en el desarrollo y adaptación de la genética para las siembras tardías en los diferentes mega-ambientes del país?
De acuerdo con los datos oficiales conocidos hasta ahora, solo se pudo sembrar un 25% de la superficie proyectada del cultivo, sobre 6,3 millones de hectáreas estimadas para implantarse con destino a grano en 2024/25. Haciendo cálculos rápidos, se pone rápidamente de relieve la relevancia que actualmente tienen las fechas atrasadas para este cultivo.
Sin dudas, con la ampliación de la ventana de siembra aparecieron-y también re-aparecieron-y sobrevendrán múltiples desafíos de manejo, climáticos, nutricionales y sanitarios.
Justamente en este ciclo de siembra tardía, la incertidumbre principal son las precipitaciones, asociadas a un evento climático Niña (lluvias por debajo del promedio) que, de acuerdo con los expertos, tardaría en establecerse. Es innegable, por otra parte, el mal recuerdo reciente del paso del Corn Stunt Spiroplasma por buena parte de las regiones maiceras argentinas en la última campaña.
“Ya sabemos que en una campaña productiva en la que se esperan menores precipitaciones, retrasar la siembra es una excelente opción, más allá de que hay zonas maiceras en las que sembrar tarde es la única opción”, reconoce Leonardo Galli, gerente regional de ventas Este de KWS (sur de Santa Fe, Litoral y NEA).
De esta forma, Galli, que tiene una gran superficie de siembra tardía dentro de su subzona, agrega que el desafío productivo de este ciclo será combinar la mejor genética con tecnología de procesos e insumos para conseguir el mejor resultado.
Por su parte, el gerente toma la voz de los productores del norte del país y transmite que, “si bien producir maíz en el norte argentino implica estar siempre con la guardia alta y muy alertas, entendemos y estimamos que la incidencia de la chicharrita (Dalbulus maidis), vector transmisor de Corn Stunt Spiroplasma, será muy inferior respecto al último ciclo. Los datos que se vienen recabando en las redes de monitoreo de población de esta plaga, así lo permiten inferir”.
Galli le devuelve más tranquilidad a cada productor con el que dialoga. “Desde hace muchos años venimos trabajando con maíces de genética tropical que se adaptan a la alta presión sanitaria del norte argentino (NOA y NEA). Ello quedó demostrado en la última campaña con la tolerancia de K9606 VIP3 a Corn Stunt Spiroplasma en zonas de moderada y baja presión de la plaga. Apoyados en esta experiencia, en este ciclo estamos presentando un nuevo híbrido tropical, K7510 VIP3, que aporta un superior estándar sanitario respecto a K9606 VIP3, cuenta con mayor potencial de rendimiento y es de doble propósito”, subraya.
“Desde hace muchos años venimos trabajando con maíces de genética tropical que se adaptan a la alta presión sanitaria del norte argentino (NOA y NEA). Ello quedó demostrado en la última campaña con la tolerancia de K9606 VIP3 a Corn Stunt Spiroplasma en zonas de moderada y baja presión de la plaga”, comenta Leonardo Galli, gerente regional de ventas Este de KWS.
Igualmente, el directivo recomienda buenas prácticas agrícolas en la pre-siembra de maíz, para minimizar riesgos respecto a la infestación de chicharrita, como la eliminación de maíz de crecimiento voluntario, la elección del momento de siembra, la correcta densidad, así como la nutrición del cultivo, con el objetivo de lograr el mejor resultado.
KWS lanzó recientemente su nueva campaña de maíz tardío 2024/25 en la que, nuevamente, vuelve sobre el concepto de “equipos de híbridos” graníferos y con aptitud silera para todo el país.
Considerando la importancia que tiene la sanidad dentro de los ambientes tardíos, estos equipos combinan lo mejor de la genética sanitaria KWS con potencial, otros con estabilidad, y también para producir más leche y más carne (con Aptitud Silera).
Entre estos equipos, sobresale el “sanitario” por excelencia, tolerante a Corn Stunt Spiroplasma, conformado por KWS 16-607 VIP3, K9606 VIP3 y el reciente lanzamiento tropical de K7510 VIP3 (para NEA y NOA).
Para el productor que también busca “potencial” de rendimiento, la opción es combinar híbridos líderes por potencial como KWS 16-607 VIP3 y KM 3916 VIP3, mientras que quien aspira a estabilizar el rinde de su planteo está el “equipo de estabilidad” con KWS 19-120 VIP3 y KWS 16-959 VIP3. Finalmente, en una siembra tardía con “aptitud silera”, el equipo más leche y carne formado por K9606 VIP3, KWS 19-120 VIP3 y KWS 60-050 VIP3 FULL.
}
Redacción: Infocampo
Producción: NT Periodismo
Dirección: Norma Torres
Presenta.: J.O.B Semillas Forrajeras de Jorge Bireni Jovita