La campaña de soja 2024/25 está cada vez más cerca y en este contexto, las bolsas privadas afinan sus cálculos y relevan la intención de siembra por parte de los productores.
La semana pasada, la Bolsa de Comercio de Rosario hizo su primera proyección: 17,7 millones de hectáreas, la cifra más alta en siete años.
Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), el próximo ciclo del poroto estará marcado por un incremento en la superficie implantada y si bien hay razones que invitan al optimismo, existen algunos datos que constituyen una especie de semáforo amarillo.
En el balance positivo, la entidad porteña destacó que se evidencia un incremento en la intención de siembra, a partir de una menor posibilidad de implantación de maíz, sumado a un aumento en la superficie triguera, que traccionará a la soja de segunda.
En la columna negativa, advirtieron por la incertidumbre climática que genera la posibilidad de una “Niña” débil –y la inestabilidad en lluvias-, además de un escenario económico complejo, una relación de precios entre insumos y productos que desmejora respecto al ciclo previo y márgenes ajustados.
Al extender el análisis por regiones, consideraron que habría una segunda recuperación consecutiva del área de soja a nivel nacional, impulsada sobre todo por los planteos de primera en el norte del área agrícola.
En paralelo, el incremento del área de cultivos de fina en la región central traccionaría la superficie de soja de segunda.
De este modo y tomando como eje la baja en la intención de siembra de maíz a causa de la chicharrita, se espera que la superficie liberada por este cultivo sea reemplazada principalmente por la oleaginosa.
Si bien la tendencia con respecto a la siembra es positiva, la BCBA registró que disminuye de norte a sur.
De este modo, en NOA, NEA, centro-norte de Córdoba y Santa Fe anticiparon que habrá un incremento en el área implantada de soja de primera. Esta situación también se trasladará a ambas zonas núcleos, norte pampeano y oeste de Buenos Aires, más allá de que los márgenes para cultivos de verano no son del todo favorables.
Y si bien se espera una expansión del área de soja de primera, esta posibilidad está atada a la disponibilidad de humedad superficial durante la ventana de siembra, con un pronóstico inicial de precipitaciones moderadas.
Como dato a tener en cuenta, en toda la región núcleo se espera también una mayor superficie de soja de segunda, a partir del incremento de los cultivos de fina en esa región.
En estos días, los perfiles sobre la mayor parte de Buenos Aires se encuentran bajo una adecuada condición de humedad en profundidad, situación semejante a la previa campaña.
“En cambio, el interior de Argentina enfrentará lluvias por debajo de la media, especialmente en el área donde se encuentran Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires”, proyectaron.
Durante el verano, las temperaturas serán mayormente moderadas, pero habrá episodios de calor intenso, especialmente en el trópico y en las regiones interiores de Argentina con poca lluvia.
Por el lado de los precios, son varias señales de alerta. A inicios de 2024, el contrato de noviembre de la soja en Chicago promediaba los U$S 452 por tonelada y a mediados de agosto, el precio cayó a su nivel más bajo del año, alcanzando los U$S 344.
Se proyectan stocks elevados en todo el mundo y esto impactará de manera negativa en los precios. En Estados Unidos, donde se produce el 30% de la soja mundial, se espera una cosecha récord de 124,8 millones de toneladas para la campaña 2024/25.
En Argentina, Paraguay y Brasil -el 54% de la oferta global- proyectan una producción récord de 231,2 millones de toneladas, impulsada principalmente por Brasil.
Y más allá de estos aspectos productivos, resta ver cuál será el rumbo de la política monetaria en Estados Unidos, un dato que preocupa al mercado y podría afectar la operatoria comercial de granos en los próximos meses.
Se proyectan stocks elevados en todo el mundo y esto impactará de manera negativa en los precios. En Estados Unidos, donde se produce el 30% de la soja mundial, se espera una cosecha récord de 124,8 millones de toneladas para la campaña 2024/25.
En Argentina, Paraguay y Brasil -el 54% de la oferta global- proyectan una producción récord de 231,2 millones de toneladas, impulsada principalmente por Brasil.
Y más allá de estos aspectos productivos, resta ver cuál será el rumbo de la política monetaria en Estados Unidos, un dato que preocupa al mercado y podría afectar la operatoria comercial de granos en los próximos meses.