La ola polar que sucedió hace algunas semanas trajo algo de alivio ante una campaña de maíz 2024/25 que está bajo la lupa.
Sucede que el temor a que vuelva a expandirse la chicharrita del maíz, que provocó grandes problemas en la última campaña, hizo retroceder los planes de siembra, pero el frío ha reducido las poblaciones de la plaga y ahora hay indicadores que son más optimistas.
class="inreadBox" style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 20px 0px 0px; font-family: Arial, sans-serif; position: relative; clear: both; font-size: 16px;"> class="banner" style="box-sizing: border-box; margin: 0px auto 20px; padding: 0px; text-align: center;">A la situación climática se suma el conocimiento que fueron adquiriendo las empresas de semillas, la investigación pública y los desarrollos privados, que hacen prever un panorama mejor que el de hace algunas semanas.
“Estamos atravesando un invierno mucho más frio de lo normal que está reduciendo la población de Dalbulus maidis. La situación provoca que las intenciones de los productores respecto a la siembra de maíz cambien positivamente y que el cultivo continúe teniendo una proporción significativa dentro de las rotaciones”, añadió.
De todos modos, ante este panorama, hay un cambio de estrategia clave que están tomando los productores para avanzar con la implantación del cereal.
“Este año el productor planifica volver a una relación histórica de 70% de siembras tempranas y 30% de tardías”, comentó Pérez Brea.
Por otra parte, remarcó la relevancia que tiene la elección del híbrido y las prácticas de manejo previas a la siembra.
“Es muy importante la elección del germoplasma, analizar la fecha de siembra de cada material, y mantener los lotes limpios durante el invierno para comenzar con éxito la temporada”, expresó.